CUESTIÓN DE TIEMPO (XUL SOLAR)
Xul Solar, Cuevas |
El
Tiempo todo lo ve, todo lo siente, todo lo deja de padecer, todo lo cura, aunque luego deje vislumbrar sus cicatrices marcadas.
El
tiempo se mantiene agazapado en un rincón, como expectante. Para ver quién se
topa con su mezquindad, tratando de no perderse uno dentro de su vientre
hambriento, que de tan apurado, se termina tropezando con cada piedra arrojada
en el camino. A veces ni se termina contando el cuento.
Quién
habrá inventado los relojes que nos marcan el paso, nos condicionan, nos apuran
hacia un no lugar. Nos aceleran los pulsos, nos descuentan haberes, nos
cancelan un encuentro, solo por haber perdido un par de minutos en ese tic tac
ensordecedor.
Todos
quieren alcanzarlo, pararlo, tocarlo, pero es abstracto y a la vez tan real,
que duele cuando nos muestra que el día se hace noche, que las noches se hacen
semanas, las semanas meses y los meses toda una vida, marcada por los surcos
que aparecen, el cuerpo que empieza a desacelerarse, los balances que comienzan
a cerrarse diariamente, y no anualmente como poco tiempo atrás.
Y ahí, surge la pregunta, para qué corrimos,
para qué tropezamos, por qué no nos tomamos una pausa para disfrutar cada puesta
de sol, cada luna llena. Ahora solo esperar que el tic tac del corazón deje de
dar su último suspiro, y que el tiempo diga ya no va más. Ganó la banca.
Por Andrea Sigal © 2018
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